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Muchos adoran el jugo de tomate por su sabor, frescura y capacidad para vigorizar. Otro hecho se suma a su atractivo: a diferencia de los jugos de frutas, cuyas opciones económicas los fabricantes suelen "enriquecer" con edulcorantes, conservantes y otros aditivos, el jugo de tomate, por regla general, no está aromatizado con nada más que una pequeña cantidad de sal de mesa. Al beber esta bebida, puede estar seguro de que con cada sorbo, una porción sólida de sustancias inútiles, o incluso obviamente dañinas, no ingresa al cuerpo. El jugo de tomate conserva en gran medida la calidad de las materias primas originales (tomates frescos o pasta de tomate). El artículo de hoy está dedicado a sus propiedades beneficiosas.
1. Bajo en calorías
El contenido calórico del jugo de tomate es menor que el de la mayoría de los jugos de frutas y vegetales (es decir, aquellos que se exprimen de frutas frescas y no contienen edulcorantes). Hay alrededor de 100 kcal en 20 g del producto. No es de extrañar que se convierta en uno de los componentes de una gran variedad de dietas. Es cierto que debe recordarse que el jugo de tomate salado puede estimular el apetito. Las personas que quieren perder peso deben preparar esta bebida por su cuenta, especialmente porque exprimir el jugo de los tomates maduros es fácil incluso sin un exprimidor.
El jugo de tomate reduce los niveles de azúcar en la sangre. Se incluye oficialmente en la dieta de quienes padecen diabetes y obesidad.
2. Saturación con vitaminas.
El zumo de tomate es rico en vitaminas del grupo B, betacaroteno (provitamina A), vitaminas C, PP y E. Además, contiene compuestos de hierro, cobre, manganeso, calcio, potasio, flúor, cromo, fósforo, azufre, selenio, molibdeno, níquel, cloro y boro. Tal conjunto de sustancias minerales y biológicamente activas es único, todos ellos son necesarios para el cuerpo. El consumo regular de jugo de tomate puede prevenir el desarrollo de una serie de trastornos metabólicos, incluido el beriberi.
3. Capacidad para reducir los niveles de colesterol
Exprimir solo líquido, sin pulpa, de tomates maduros frescos suele ser muy difícil. Por lo tanto, el jugo de tomate contiene una gran cantidad de fibra, que juega un papel importante en la digestión. Las fibras vegetales ayudan al cuerpo a deshacerse del colesterol "malo", que obstruye los vasos sanguíneos y crea los requisitos previos para el desarrollo de enfermedades del corazón.
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4. Ayuda con problemas con el corazón y los vasos sanguíneos.
Además del hecho de que el jugo de tomate tiene un pronunciado efecto antiesclerótico, es rico en vitamina B6, que juega un papel importante en el fortalecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos.
El jugo de tomate reduce el riesgo de trombosis. Se recomienda beberlo para varices, hipertensión y angina de pecho, así como después de un infarto de miocardio.
5. Efecto beneficioso sobre los intestinos
El jugo de tomate es indispensable en la nutrición de los pacientes que sufren de estreñimiento. Además de la fibra, que contribuye al funcionamiento de los intestinos, el jugo contiene sustancias que aumentan el tono de la pared intestinal, tiene propiedades coleréticas, antibacterianas y antiinflamatorias. Se recomienda para enfermedades del duodeno y baja acidez del jugo gástrico.
6. Elimina toxinas del cuerpo
El jugo de tomate es rico en compuestos de azufre y cloro, que tienen un efecto beneficioso sobre el funcionamiento del hígado y los riñones, por lo que se recomienda incluirlo en la dieta de los pacientes que sufren intoxicaciones del organismo (alcohol, drogas, etc.).
El producto tiene un efecto diurético suave, y cuando se mezcla con jugo de col (en una proporción de 1:1) ayuda a quienes padecen colelitiasis.
7. Prevención del cáncer y envejecimiento precoz
El jugo de tomate contiene una cantidad récord de licopeno, que es uno de los antioxidantes más poderosos. Esta sustancia combate activamente los radicales libres, ralentizando el proceso de envejecimiento, mejorando el funcionamiento del sistema de defensa del organismo y reduciendo el riesgo de desarrollar tumores. Se ha comprobado que el consumo regular de jugo de tomate reduce el riesgo de desarrollar neoplasias malignas de cuello uterino, estómago, colon, pulmones, próstata y páncreas. El licopeno se conserva durante el tratamiento térmico. Es por eso que el jugo de tomate se considera no menos útil que los tomates frescos: el licopeno y otras sustancias importantes para la salud se encuentran en una mayor concentración. Por cierto, muchos fabricantes prefieren hacer una bebida no con tomates crudos, sino con pasta. Está bien almacenado, y el producto elaborado con él en términos de sabor y propiedades nutricionales casi no es inferior al jugo recién exprimido.
Casi todo el mundo puede beber jugo de tomate. Está contraindicado solo en caso de intolerancia individual, aumento de la acidez del jugo gástrico, exacerbaciones de úlcera péptica, colecistitis y pancreatitis. Una madre lactante no debe tomar una bebida si su bebé sufre de diarrea.
Para que el jugo de tomate brinde el máximo beneficio, debe beberse por separado de las comidas (preferiblemente 30 minutos antes de la comida principal). Las combinaciones de una bebida con aceitunas, queso, hierbas, ajo, nueces, así como platos de repollo, rábano, berenjena, calabacín o pimiento dulce se consideran óptimas para el cuerpo.
Fuente: neboleem.net
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