Hechos interesantes sobre el queso

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El queso es un producto verdaderamente único que se originó en la antigüedad profunda y ha logrado mantener su popularidad a lo largo de muchos siglos. La diversidad de variedades, los métodos de producción y las formas de consumo realmente sorprenden la imaginación.

En diferentes países se han desarrollado tradiciones propias relacionadas con la elaboración, maduración y presentación del queso. Pero no menos atención atraen los hechos curiosos relacionados con su historia, cultura de consumo e incluso algunas variedades sorprendentes (y a veces chocantes).

A continuación, se presenta una extensa lista de hechos interesantes sobre el queso que pueden ampliar tu horizonte culinario y cultural.

 

  1. Coleccionismo de etiquetas de queso (tyrosemiophilia). A los coleccionistas de etiquetas de ruedas de queso se les llama tirosemiophilos. Clasifican y conservan cuidadosamente colecciones de etiquetas, que varían en diseño y cuentan historias sobre marcas y variedades de todo el mundo.
  2. Ley sobre denominaciones de origen controladas. En Francia existe una ley especial que restringe el uso de nombres geográficos en la producción de quesos. Si un queso recibe su nombre de una región (por ejemplo, Roquefort o Camembert), solo se permite producirlo bajo ese nombre en la zona correspondiente. Actualmente, hay 36 quesos franceses cuyos nombres están protegidos de esta manera.
  3. Récord del queso más pesado. La rueda de queso más pesada fue producida en EE. UU. en 1988 y pesó 18 171 kg.
  4. Actitud hacia el queso en China. Tradicionalmente, muchos chinos ven el queso con recelo y, a menudo, sienten repulsión al ver a los europeos comer este producto. Sin embargo, en las grandes ciudades de China, el interés por el queso está creciendo gracias a la popularidad de la cocina occidental.
  5. Queso y reducción del estrés. Según el periódico “Daily Mail”, el queso contiene el aminoácido triptófano. Este favorece la producción de serotonina —la “hormona de la felicidad”— que ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
  6. “¡Cheese!” y la sonrisa. En inglés, al pronunciar la palabra “cheese”, los labios se estiran en una sonrisa natural. Este recurso es ampliamente utilizado por los fotógrafos, que piden a las personas decir “cheese” para captar una expresión alegre en la foto.
  7. Mito de los ratones amantes del queso. La creencia popular de que los ratones adoran el queso fue refutada por investigadores británicos. En realidad, los roedores prefieren alimentos con alto contenido de azúcar y olor suave, como los cereales o las frutas.
  8. ¿De dónde vienen los agujeros en los quesos suizos? Antes se creía que los agujeros en el Emmental y otros quesos suizos eran causados por bacterias lácticas. Pero estudios modernos demostraron que los responsables son partículas microscópicas de paja que entran en el queso. Con la mecanización del ordeño y la filtración, la cantidad de partículas (y, por lo tanto, de agujeros) ha disminuido.
  9. Festival del queso y carrera tras el queso (Cheese Rolling). En la colina Cooper (Cooper’s Hill), en el condado inglés de Gloucestershire, se celebra cada año una carrera extrema tras una rueda de queso Double Gloucester. El queso se lanza desde la cima y los participantes corren tras él intentando atraparlo. A pesar del alto riesgo de lesiones, este espectáculo atrae tanto a participantes como a multitudes de espectadores.
  10. Ahumado tradicional del queso. En algunas regiones de Europa y Asia aún se utilizan métodos tradicionales de ahumado del queso, colgándolo sobre una hoguera de aliso, roble o haya. Un ejemplo es la Scamorza affumicata italiana (mozzarella ahumada), con un intenso aroma a humo y una textura firme.
  11. Espeleoturismo “quesero”. En Francia e Italia existen cuevas naturales utilizadas para la maduración del queso. Se ofrecen visitas guiadas donde se puede observar el proceso de curación y sentir la atmósfera única de las “bodegas queseras” subterráneas, con temperatura y humedad constantes.
  12. Queso “extremo” o Casu marzu. En Cerdeña se produce un queso extremadamente exótico llamado Casu marzu, en el que se introducen larvas de la mosca del queso (Piophila casei) durante su maduración. El queso adquiere un sabor y olor particulares. Aunque esta práctica está prohibida en la Unión Europea, la tradición continúa en algunas comunidades pequeñas para consumo propio.
  13. “Milbenkäse” lleno de ácaros. En Alemania existe el Milbenkäse, un queso que madura con la ayuda de ácaros del queso que “excavan” túneles dentro de la rueda. El producto final tiene un aroma peculiar y es popular entre los amantes de los manjares inusuales.
  14. Queso para vegetarianos. Como el cuajo tradicional se obtiene del estómago de terneros, el queso duro clásico no es apto para vegetarianos estrictos. Sin embargo, los fabricantes cada vez usan más cuajos microbianos y vegetales (por ejemplo, de alcachofas o hongos especiales). Estos quesos suelen llevar etiquetas como “suitable for vegetarians” o “vegetarian rennet”.
  15. Almacenamiento bajo llave de quesos caros. En el pasado, los quesos especialmente valiosos y añejos se guardaban bajo llave en un armario especial para evitar que sirvientes o familiares cortaran secretamente un trozo extra. Esta “caja fuerte del queso” era símbolo de estatus y aprecio por un producto costoso.
  16. Influencia de la geografía y el microclima. El entorno natural de los animales influye notablemente en el sabor y aroma del queso. La hierba, plantas y flores que consumen vacas, cabras y ovejas en ciertas regiones aportan al queso matices únicos. Ejemplo: los pastos alpinos de Suiza o las praderas de Saboya en Francia, donde el queso adquiere un sabor herbáceo y a nuez.
  17. “La Luna está hecha de queso verde”. Desde tiempos antiguos existe la expresión irónica de que la Luna está hecha de queso verde. Hoy en día es solo un ejemplo cómico de hipótesis pseudocientífica, a menudo citada por astrónomos para mostrar cómo en el pasado se fantaseaba sobre los cuerpos celestes.
  18. El aromático “Munster” y su leyenda. El queso francés Munster, conocido por su fuerte olor, pertenece a la categoría de quesos blandos de corteza lavada. Según una versión, fue inventado por monjes que lavaban el queso con salmuera bacteriana para evitar el moho. Así se creó la característica corteza “aromática” que distingue al Munster.
  19. Queso con marihuana. En algunos países donde se ha legalizado o despenalizado ciertas formas de cannabis (EE. UU., Países Bajos), se experimenta con la adición de cáñamo al queso. Normalmente se usan semillas de cáñamo o compuestos con cannabidiol (CBD), sin propiedades psicoactivas. Sin embargo, estas prácticas a menudo generan controversia entre las autoridades regulatorias.
  20. Algas en el queso. Las regiones costeras (como Bretaña en Francia o algunas zonas de Japón) utilizan algas marinas como aditivo. Esto da al queso un sabor inusual con notas marinas y lo enriquece con yodo y oligoelementos.
  21. Quesos con té. En China está ganando popularidad la producción de quesos elaborados con té tradicional. La técnica consiste en infusionar la masa del queso con té (por ejemplo, té de jazmín o té verde), lo que proporciona un aroma refinado. Así, la cultura del té se entrelaza con nuevas prácticas culinarias.
  22. Combinaciones gastronómicas “fuera de lo común”. Se suele pensar que el vino es el mejor compañero del queso. Sin embargo, los expertos experimentan cada vez más combinando ciertas variedades con cerveza, sidra, sake e incluso café o té verde. Estas combinaciones a menudo generan sabores originales y rompen con los estereotipos tradicionales.

 

Todos estos hechos son un reflejo vívido de lo diversa que es la cultura del queso. La historia, la geografía, las recetas inusuales e incluso experimentos extravagantes forman un gran mosaico de la cultura quesera que no deja de sorprender. Para algunos, el queso sigue siendo un mero placer gastronómico, para otros, un objeto de colección e investigación, y para otros más, un excelente motivo para viajar y descubrir sabores.

Sea como sea, al estudiar todos estos aspectos comprendemos que el queso no es solo un producto, sino todo un universo de sabores, tradiciones e historias fascinantes.