En muchas familias, los padres tratan de resolver todos los problemas familiares en silencio, sin peleas ni conflictos. Entonces resulta que las mamás y los papás han estado reprimiendo la insatisfacción y ocultando los sentimientos durante años, para no estropear la apariencia de una buena relación.

Pelea o no?

Muy a menudo, en tales familias crecen niños que no son capaces de decir "no", de defender su punto de vista, de defenderse a sí mismos. A veces se convierten en objetos de agresión, caen bajo la influencia de malas compañías.

Lo anterior no es un llamado a peleas frecuentes. Solo estamos hablando del hecho de que la represión de los sentimientos no solo es peligrosa para la salud de los padres, sino que puede no ser la mejor manera de afectar al niño.

Pelea o no?

Según los psicólogos, los niños sufren no porque vean cómo sus padres maldicen, sino porque los adultos a menudo no los apelan correctamente en sus peleas.

A continuación se muestra una lista de errores comunes de crianza que absolutamente no deberían permitirse:

  • No puedes hacer un "argumento" de un niño en una pelea: "¡Sashenka, al menos dile a tu papá para que deje de provocarme un infarto!".
  • No puedes usar al bebé para hacer que el "oponente" se sienta culpable: "¡Te importan un bledo mis sentimientos, incluso avergonzado del niño!".
  • No puede jugar con los sentimientos de los padres de su pareja, amenazar con el divorcio y la excomunión del niño: "¡Si no te detienes, me iré, me llevaré al niño y nunca lo volverás a ver!".
  • Es imposible que un niño actúe como mediador, salvando a los padres de la necesidad de resolver el conflicto por sí mismos. Por ejemplo, después de un escándalo, papá y mamá no se hablan durante varios días, comunicándose a través del bebé: “Dile a mamá que a papá se le acabaron las camisas limpias…”, dice el padre sintiéndose culpable, esperando que mamá se ablandará.