El envejecimiento es la causa de una serie de problemas de salud y está relacionado con cambios fisiológicos que aumentan el riesgo de deficiencia de vitaminas esenciales, macro y micronutrientes.
Las nueces no solo son una delicia sabrosa, sino también un verdadero tesoro de nutrientes. Son ricas en grasas insaturadas, proteínas, varios nutrientes, vitaminas y minerales que proporcionan una serie de beneficios para la salud.
Por qué las vitaminas artificiales no son efectivas
Mucha gente no consume suficientes vitaminas y micronutrientes. Las personas mayores están en particular riesgo: las bajas concentraciones de vitaminas y micronutrientes están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
La suplementación con complejos vitamínico-minerales de farmacia no resuelve el problema.
En primer lugar, prácticamente todas las vitaminas, excepto las vitaminas D y K, se deben tomar por separado y no en complejos, debido a que la toma conjunta de vitaminas dificulta su absorción, y a veces incluso neutraliza el efecto de algunas de ellas.
En segundo lugar, las vitaminas artificiales a menudo tienen efectos perjudiciales, como las vitaminas antioxidantes A, E y C.
En tercer lugar, las vitaminas artificiales están en forma pura y se absorben inmediatamente en la sangre. Por lo tanto, es fácil obtener una sobredosis. Esta es una de las principales peligros de las vitaminas artificiales.
Las vitaminas naturales, contenidas en los alimentos vegetales, están en estado ligado. Su absorción ocurre lentamente y la concentración de vitaminas y micronutrientes en los frutos es baja, por lo que una sobredosis es imposible.
El consumo de complejos vitamínico-minerales está aumentando constantemente, gracias a la publicidad televisiva. La mayoría de las personas considera que las vitaminas artificiales son efectivas y seguras.
Sin embargo, investigaciones a largo plazo indican que la toma de vitaminas artificiales no siempre es efectiva para la prevención de enfermedades y puede ser perjudicial para la salud.
El uso de vitaminas artificiales A y E puede tener efectos negativos. En particular, el aumento de casos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Ni la vitamina C ni la vitamina E ofrecen ninguna ventaja para la prevención del cáncer de próstata.
La suplementación con vitamina E aumenta significativamente el riesgo de cáncer de próstata en los hombres.
El riesgo potencial del consumo de altas dosis de vitamina C a menudo se ignora, además, muchos consideran la vitamina C como una panacea para los resfriados y la gripe y toman altas dosis para una recuperación más rápida, aunque la vitamina C no tiene ningún efecto curativo en la gripe y los resfriados. Para más información, lea nuestro artículo «Mitos sobre la vitamina C».
Sin embargo, altas dosis de vitamina C aumentan significativamente el riesgo de eventos trombóticos. La vitamina C induce la activación procoagulante y protrombótica de los eritrocitos y potencia la trombosis.
La ingesta de ácido ascórbico en altas dosis (7 tabletas o más por semana) aumenta significativamente el riesgo de formación de cálculos renales.
Nueces como componente necesario de una dieta saludable
Prácticamente todos los tipos de nueces y el maní contienen vitaminas y micronutrientes esenciales y son en esencia complejos vitamínico-minerales naturales.
Como se mencionó anteriormente, las vitaminas artificiales no protegen contra el cáncer, mientras que la acción anticancerígena de las nueces, según investigaciones, es biológicamente probable.
También es posible un efecto protector en el cáncer de colon y recto. De manera similar, algunos estudios muestran un posible efecto protector en el cáncer de próstata.
Las nueces aumentan el nivel de micronutrientes, lo cual es especialmente importante para las personas mayores.
Las personas mayores que agregaron nueces a su dieta durante varios meses mejoraron significativamente sus niveles de Magnesio y vitamina E en el cuerpo.
Además, el análisis de sangre mostró una disminución en el nivel de glucosa y lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo), además de un aumento en el contenido de Magnesio y vitamina E.
Las nueces son una excelente fuente de grasas saludables, cobre y vitaminas del grupo B.
El consumo de nueces reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas isquémicas.
Las nueces tienen propiedades prebióticas, lo que fomenta la proliferación y el crecimiento de microorganismos beneficiosos en el intestino grueso humano.
Contienen fibra dietética, que es el alimento para las bacterias beneficiosas que habitan nuestro intestino y componen el microbioma humano, del cual depende directamente la salud y la longevidad.
El consumo de nueces está relacionado con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, incluidas las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Por lo tanto, las nueces representan complejos vitamínico-minerales naturales beneficiosos que tienen un efecto positivo en la salud y, a diferencia de las vitaminas artificiales, no tienen efectos secundarios negativos.
El consumo de nueces debe considerarse un componente necesario de una dieta saludable.
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